El clima de Chile central (32°–36°S) se caracteriza por ser muy variable a lo largo del año, con una estación seca prolongada debido a la predominancia de una célula de altas presiones más conocida como Anticiclón del Pacífico (ACP), que impide la ocurrencia de lluvias, e inviernos relativamente húmedos donde el ACP se debilita dando paso a los vientos del Oeste para que generen precipitación de tipo frontal y orográfica, principalmente entre mayo y septiembre.
Las precipitaciones totales anuales en altura (sobre los 2500 m s.n.m.) fluctúan desde los 500 mm en el límite norte de esta región hasta los 2500 mm a los 36°S, siendo del tipo sólida a partir de la altura de la isoterma de 0°C, permitiendo ésta última la presencia de una importante cobertura glaciar en esta región. Sin embargo la altura de la isoterma de 0°C no ha sido estable sino por el contrario, se ha detectado una tendencia positiva en directa relación con el calentamiento atmosférico durante el siglo XX, lo que a su vez nos indica que la línea de nieves de los glaciares también se está elevando. Esta es la principal causa del por qué del retroceso,adelgazamiento y balances negativos de masa de los glaciares de Chile central (Carrasco y otros, 2008; Bown y otros, 2008). En tanto la precipitación no se caracteriza por una marcada variación en el transcurso del siglo XX, aunque en décadas más recientes habría una relativa tendencia a la disminución, lo que sumado a la alternancia de eventos El Niño y la Niña(ENSO), que afectan directamente en la acumulación de nieve en la cordillera, ayudan a reforzar el retroceso de los glaciares.
Los glaciares son reconocidos como un factor clave en la disponibilidad de recursos hídricos, especialmente en los períodos más secos ya que la precipitación es prácticamente nula y existen altas temperaturas (ej. la estación de verano), entonces los deshielos en la alta cordillera hacen la principal contribución a la escorrentía de muchos ríos de las principales cuencas hidrográficas en esta zona del país. Sin embargo, en la medida que la tendencia de calentamiento atmosférico persista, los glaciares continuarán retrocediendo y su contribución a los caudales debiera ser progresivamente menor. Por lo tanto, si consideramos en conjunto los cambios climáticos actualmente en curso y el crecimiento económico y poblacional, los recursos hídricos de Chile central están siendo sometidos a una fuerte presión en el presente y de aquí en adelante debido a la demanda cada vez mayor por un recurso que será más escaso.
Referencias
Bown, F., A. Rivera & C. Acuña. 2008. Recent glacier variations at the Aconcagua basin, central Chilean Andes. Annals of Glaciology, 48, 43-48.
Carrasco, J., R. Osorio & G. Casassa. 2008. Secular trend of the equilibrium-line altitude on the western side of the southern Andes, derived from radiosonde and surface observations. Journal of Glaciology, 54(186), 538-550.
